Hay cosas buenas, cosas regulares, cosas malas y hay cosas que directamente son terrorismo cultural. No voy ni siquiera a decir el nombre de esta tipa, no sea que alguien, por curiosidad, quiera pagar por verla.
Al menos es corto, 45 minutos. Pero ahí tienes a una kuki plantada en medio de la sala, sin moverse en todo el rato, hablando por un micrófono mientras tú la escuchas por unos auriculares. Pretende ser sensual o algo parecido. Pero la pobre ni lo huele.
Es incapaz de decir una sola frase sin hacer pausas cada tres palabras no sé si para intentar darle chicha a las mamarrachadas que dice. Frases tipo: "me llegó a al centro del placer" y mamonadas así. Frases de carpetera trascendental que no se las cree ni ella y con las que no sé qué coño pretende.
Existe, porque lo he visto, la danzaterapia, el teatroterapia y las chuminadasterapia, y luego hay otro género que es el terrorismo cultural, que es pensar que dos frases que a tí te parecen monas (pero que ni pa dios) pueden llegar a interesar a alguien.
Ah, el momento álgido de la "función" es cuando ella anuncia: "ahora me voy a bajar las bragas". Lo peor es que se las baja.
Aquí podrás leer MI opinión sobre los espectáculos que voy viendo. Insisto en que es MI opinión, nada mas. No pretendo adoctrinar ni tener razón. Únicamente te contaré MIS razones para amar o amar menos lo que vaya viendo. El teatro son gustos y aquí leerás los míos. No soy crítico, solo necesito contarle al mundo el porqué de mis amores. Lo que puedes leer aquí es lo que yo he sentido al ver estos espectáculos. Ni más ni menos que mis sensaciones. Si a alguien le sirven, estupendo.
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