martes, 2 de julio de 2013

Requiem de Verdi. Teatro Real.

Es el segundo Requiem de Verdi que veo así, en directo, y si el primero me flipó sobre todo por un motivo, este segundo ha sido... como tocar el cielo.
Como ya dije en su momento, la obra es un monumento a la vida, a la muerte, al deseo de salvación y de pervivencia. Un pulso al destino. Por otro lado, Verdi compuso esta obra, a mi entender, como si se tratara de otra Ópera, con cinco personajes y una trama. Están el tenor, el bajo, la mezzo, la soprano y el coro. Y ayer tengo que destacar que el coro sonó como lo que es, como ese quinto personaje.
La dirección musical de Teodor Currentzis fue absolutamente magistral. Perfecta. Desde esa primera nota que surgía leve, levísima, como del corazón de la vida o del mismísimo cielo. Esa primera nota me abdujo a la espiral de la partitura de Verdi y no me soltó hasta que pasados varios segundos de silencio y paz tras la última nota, el director bajó los brazos y los músicos los arcos y nos devolvió a la realidad del teatro. Entonces sentí un torrente de emociones que no sabría ordenar. Bueno, pero es que ya desde que sonó el "Dies Irae" se me pusieron los pelos de gallina (como dice una amiga mía) y no paraban de subir y bajarme escalofríos por la espalda. Espeluznante.
La orquesta sonó totalmente perfecta. La dirección asombrosa y los músicos entregados y magistrales todos ellos. Con decir que hasta la trompetas sonaron PERFECTAS!!!!



El coro del Real yo creo que nunca en su vida ha cantado mejor. Tan pronto eran un Dios bondadoso, como eran un Dios tirano y cruel. O la voz de la conciencia. Lo que te digo, otro personaje más.
Ildebrando D'Arcangelo yo diría que tenía algo en la voz. Sonaba ligeramente rasposa en algunos momentos, y se le veía beber agua sin parar. Pero estuvo potente, con un empaque riguroso, un timbre bellísimo y una presencia severa y magistral. Jorge de León cantó de maravilla. Quizá empezó un pelín asustado, aunque no se le notaba en la cara, pero cuando se soltó, que fue en el minuto dos, desplegó una voz bellísima, unos pianos maravillosos y un poderío que te mueres. Soy superfan. Violeta Urmana cantó la mezzo e hizo bien. Ya cantó la soprano, pero pa mi gusto le va más la mezzo. Estuvo impecable, divina. Bueno, yo es que soy muy de la Urmana, jeje. Y para la soprano, hubo un cambio más o menos de última hora y lo cantó Lianna Horoutounian. A ver... cantó muy bien. Canta fácil y va para arriba tranquilamente. Tiene unos agudos potentes y un timbre en general potente potente. Quizá demasiado potente. Pa mi gusto le faltaron pianos y de graves anda justita. No me estoy explicando bien. Cantó de fábula, tiene una voz bella y un registro muy amplio, pero es que... el otro Requiem que ví lo cantó Carmen Solís y claro, el listón está directamente en el cielo. Lianna cantó muy bien, pero eso, quizá le faltaron pianos y controlar un pelín cuando cantaba con los demás. Por ejemplo en el "Agnus Dei" debió respetar un poco más a su compi. Un dúo es un dúo, no son dos solos. Pero maravillosa.
En resumen, yo sentí que había asistido a uno de esos momentos que hacen historia. No ha salido o no he visto ninguna crítica profesional, y a lo mejor lo ponen a parir, pero que medio Teatro Real se pusiera en pie a aplaudir creo que dice bastante. Yo, por mi parte, cada Requiem que vea anunciado iré a verlo. Es que me cago por las patas con cada nota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario