domingo, 20 de octubre de 2013

Julia. Valle Inclán.

Adoro el texto original. Me gusta muchísimo y me trae muchos recuerdos. Esta "Julia" es una adaptación. Vamos, que está basada en la obra de Strindberg pero poco tiene que ver con aquella. Ya lo sé, es una obra nueva "basada" en la otra. Pero en esta versión, o en este texto nuevo se pierden gran parte de los conflictos y de las marcas de los personajes originales. Julia queda reducida a una especie de pija caprichosa y Juan a un criado un poco básico y poco más.



Según dice el programa de mano, no me lo invento yo: "...el film se construirá en presencia del público de cada día". No sé, yo pensé que cada día la función dependería del público. Pero o yo me monté mi película particular o no es así.
Lo más llamativo es la puesta en escena. Mezcla de escenas filmadas, escenas que suceden fuera de nuestro ojo y que vemos a través de una cámara que les va siguiendo y grabando en ese momento y teatro como tal. Digo "llamativo" no acertado.
Como siempre, esta es mi opinión absolutamente particular y no pretendo convencer a nadie a quien le haya gustado mucho de que no vale un pimiento. Es simplemente mi opinión.
La acción va cabalgando entre lo ya filmado, lo que vemos por la cámara y lo que sucede en vivo. En todo momento dejan claro que lo que vemos es un juego. Gritos de "acción" o "corten" nos sitúan como espectadores de una ficción que se reproduce en ese momento. Repito, una ficción. Pero saltan al lenguaje teatral y de pronto estamos viendo teatro teatro, con unos señores que encarnan unos personajes y lo viven y lo sufren como tal. Pero de pronto no, y de pronto sí, y de pronto no. Hasta un momento en el que ella se rebota mucho porque él hace una burrada, y sufriendo como sufriría el personaje, es la actriz la que se pira y sale a las calles y es la actriz la que luego vuelve y nos habla sin embargo como si fuera el personaje. Vamos, un follón al que no he conseguido encontrar sentido aparte del capricho de la directora. 
Que la puesta en escena sea juguetona y "original" me parece bien. Quiero decir, ni me gusta ni me disgusta, siempre que me parezca coherente y que tenga su razón de ser. Si me parece caprichosa, no me funciona. Y yo no entiendo con qué criterio se salta de un lado a otro en esta función.
Lo que sí reconozco es el enorme trabajo de la actriz, Julia Bernat, que salta de un estado anímico y de un plano de lenguaje a otro como si nada. Eso es de ser una bestia. Rodrigo dos Santos bien.
Pero vamos, que como muchas veces, supongo que soy yo el rarito, porque la peña se descojonaba y se ha puesto en pie gritando bravo como locos. Oye, y yo que me alegro por ellos, que lo han disfrutado. Yo soy el maripili que se ha quedado en su butaca y ha aplaudido fríamente como otros cuantos (no soy el único raro) lo que pasa es que se nos nota menos.    

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