domingo, 7 de septiembre de 2014

Smiley. Off del Lara

El Lara inaugura una nueva sala y si miras la programación... flipas. La verdad es que hacía falta renovar el off del Lara porque era un poco... ya sabes. Y la sala nueva me encanta. Tienes lo problemas del no estar numerado y tener que hacer cola desde una hora antes pa pillar un buen sitio, porque eso sí, hay filas desde las que no se ve na. Pero bueno, la sala está nuevecita, monísima, y da buen rollo. Y encima ahora mismo (que yo haya visto) tienes "Pequeños dramas sobre arena azul", "Confesiones a Alá", "Las heridas del viento", y "Como si pasara un tren". Y que NO haya visto todavía... "El feo". Si yo fuera tú tendría problemas para elegir entre tanta joya.



Vamos con "Smiley". Lamento decir que de Guillem Clua sólo conocía "La piel en llamas", obra que me encantó. Y ahora "Smiley" demuestra que efectivamente Clua es uno de los principales dramaturgos de hoy en día. Son las dos caras de una moneda. De la dureza de "La piel..." al arrebato juvenil, fresco, divertidísimo y absolutamente brillante de este "Smiley" hay un universo. Y Clua demuestra maestría en ambos territorios. Tiene millones de premios, así que no voy a ser yo el que descubra el tremendo valor de Guillem Clua.
Pues sí, el texto de "Smiley" es brillantísimo, actual de verdad, realmente cercano, tremendamente fresco y además tiene dentro una preciosa historia de amor muy bien contada, muestra un mosaico de fauna, flora relaciones, términos y microcosmos que acercan y normalizan todo ese mundo gay a cualquier espectador y consiguen que TODO el mundo acabe gritando "bravo". En este caso, fíjate, sí tiene importancia que la historia de amor sea entre dos hombres. No por nada, sino por lo fresca, natural y comprensible que es. Creo que es la mejor forma de normalizar. El talento de Clua hace que se pase de la comedia más bastorra al melodrama o al drama o al lirismo o al vodevil en una serpentina emocional brillante, cercana, real y llena de amor, sensibilidad y cerdeo. Por dios santo, juntar "La fiera de mi niña" con el Grindr y que resulte coherente y emocionante es de tener un arrrrrte...



Aitor Merino está que te cagas. Te descojonas con él, con sus caras. Le comprendes, simpatizas con él y te desespera. Y la ristra de personajes que compone es  ES-PEC-TA-CU-LAR. Hace de todo y todo bien. Es un genio de la expresión, de lo concreto y de la falta de vergüenza. Es la hostia. Y Ramón Pujol...amos a ver... que es guapisimo y está buenorro que te cagas es evidente. Y no es un valor tampoco, es así y así es. (Suspiro) Lo que destaco de Ramón Pujol sobre todo es que me pareció que el 100% de sus gestos, de sus micorgestos, de sus reacciones, de cómo escuchaba, de cada movimiento, de cómo se emocionaba, de cómo lloraba, de cómo reía, de cómo miraba, de cómo interrogaba era PERFECTO. Justa y precisamente el que debía ser. Te juro que no he visto una interpretación tan absolutamente completa, compleja y precisa como la suya. A ver, hablo de una tragicomedia actual y fresca. Pero sí. Si yo fuera director llamaría a Ramón para hacer lo que fuera, para hacer todo, para mi siguiente proyecto y pal siguiente y pal otro. 
Que me perdonen mis mitos (ellos saben quiénes son), pero acabo de añadir uno nuevo. 



Y ahora... todos al Lara a gozarrrrr como perrossssss.     

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